lunes, 9 de julio de 2012

EL BAUTISMO

El bautismo del creyente es una ordenanza que se lleva a cabo solo después de que el que se bautiza haya profesado que Jesucristo es el Señor y Salvador y haya manifestado la intención de un claro cambio de vida. El bautismo es el símbolo de la purificación de los pecados del bautizado (de que ha sido hecho partícipe de la muerte y resurrección de Jesucristo). Las confesiones de fe bautistas entienden el bautismo como una expresión externa del cambio interno que ya se ha efectuado. Los bautistas enfatizan el bautismo por inmersión completa. Lo imparte el pastor de la congregación, o cualquier otra persona autorizada por la congregación. Este medio de bautismo también es una representación de la muerte, la sepultura y la resurrección de Jesucristo (Gálatas 2:20). El bautismo también se considera la identificación pública de la persona como cristiano y como miembro de esa iglesia en particular y con mucha frecuencia se requiere como criterio al asociarse como miembro con derecho a voto con iglesias bautistas.[cita requerida]
Los bautistas rechazan la práctica de bautizar a un recién nacido porque creen que un padre no puede tomar esa decisión de obediencia en lugar de su hijo, sino que lo tiene que hacer él mismo a partir de su uso de razón. Solo una persona en edad de responsabilidad es elegible para el bautismo. Ésta no es una edad específica, sino la edad en que la persona se considera arrepentida de sus pecados y decide entregar su vida a Cristo.

Creencias que varían entre los bautistas

Debido a que no hay una autoridad jerárquica y cada iglesia bautista es autónoma, no hay una serie oficial de creencias teológicas bautistas. Los bautistas poseen diferentes visiones, ramas y grupos. Aunque están de acuerdo en numerosas opiniones, sus diferencias son suficientes para separarles. A pesar de algunas doctrinas y prácticas comunes que caracterizan a la mayor parte de los bautistas, hay muchas creencias y prácticas que varían de una iglesia a otra y entre asociaciones. Algunos temas doctrinales en los que hay mayores diferencias entre los bautistas se encuentra la escatología, el calvinismo y el arminianismo, la doctrina de la separación del mundo y si asociarse o no con los que están "en el mundo", la glosolalia, cómo debe ser interpretada la Biblia (hermenéutica), la medida en la que las juntas misioneras deben ser utilizadas para apoyar a los misioneros, la medida en la que los que no son miembros pueden participar en los servicios de la Cena del Señor, qué traducción de la Biblia debe utilizarse en el púlpito y en las clases bíblicas, la naturaleza misma del Evangelio, el papel de la mujer en el matrimonio, y la ordenación de mujeres como diáconos o pastoras.
Algunos de los grupos bautistas más pequeños son devotos de algunas prácticas o doctrina tradicional peculiar. Algunos bautistas primitivos practican la imposición de manos después del bautismo así como el lavado de pies, así como hacen algunos frewill baptists. Los bautistas del Séptimo Día insisten en que la adoración bíblica debe ser llevada a cabo el tradicional sabbat (sábado) en vez de en domingo. Los landmarquistas mantienen una comunión estrictamente cerrada donde sólo los miembros de la iglesia pueden participar en la Cena del Señor.

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